El domingo temprano emprendimos la huída al Estado de Morelos (8:20 am), la maravillosa y mística ciudad de Tepoztlán nos esperaba. Ya ahí, desayunamos con calma ante un lindo paisaje, se llenaron las barrigas y alegraron los corazones para continuar con un paseo en el tianguis que tradicionalmente se pone los domingos. El calor nos taladraba pero nos ayudó a olvidarnos un poco del cansancio de la semana (los problemas, la rutina, el montaje de las películas, los rodajes que faltan... en fin).
Así que entre el calorón y el colorido de Tepoztlán nos relajamos, terminamos de pasear, tomamos helado, nos reimos y disfrutamos del paisaje.
El regresó nos ayudó a conectarnos nuevamente con lo que vendría para esta semana que comienza, pero con una actitud diferente, un semblante y ánimo transformado para bien; estamos listos para cualquier cosas y para terminar todo lo que nos hayamos propuesto.
Descansar, cambiar de aires y tener una actividad diferente es también parte de lo que se está haciendo.
El regresó nos ayudó a conectarnos nuevamente con lo que vendría para esta semana que comienza, pero con una actitud diferente, un semblante y ánimo transformado para bien; estamos listos para cualquier cosas y para terminar todo lo que nos hayamos propuesto.
Descansar, cambiar de aires y tener una actividad diferente es también parte de lo que se está haciendo.
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